miércoles, 27 de agosto de 2008

Reflexión Retro

Por M.I.
Volvieron las Tentaciones Mousse. Habrá que probarlas.

Lo cierto es que hace ya un tiempo Kraft nos dejó sin el mejor alfajor de todos los tiempos: el mousse de chocolate Suchard. Ni hablar de los bloquecitos.

Y ahora que lo recuerdo, cuando Parmalat compró La Vascongada, chau Sandy.

Todo bien con el capitalismo, pero hay golosinas que deberían ser declaradas de interés alimenticio.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Amorodios

Por Muppet M

Cosas que odio:

1) La gente guarda los fósforos quemados adentro de la caja (dentro de MI caja de fósforos), junto con los que aún están rosaditos.

2) Los que pronuncian kePchup (si fisiológicamente es más fácil hacer el sonido de una "t" antes de una "ch", ¿por qué algunos hacen "P"?).

3) Que el jabón haga babita en la jabonera.

4) Que el jabón se estríe aunque sea nuevo.

5) Que el ascensor nunca cierre cuando le pongo "cerrar puerta" y si apreto muchas veces el botón, tarda más en cerrar.

6) Que si me olvido una birome arriba del microondas significa que lo estoy "interviniendo".

7) Que los taxistas nunca sepan cuándo es el momento de terminar de contar una anécdota.

8) No lograr dilucidar qué cosa es lo que hacen mis vecinos que genera una serie de ruidos indescifrables.


Algunas cosas que no odio:

1) La crema de manos que tengo en mi escritorio con aroma a naranja y jengibre.

2) Que ayer vi que ya hay azaleas y eso quiere decir que ya viene el calorcito.

3) Los marcadores de colores.

4) Los brownies mega chocolatosos de El Federal.

5) Pensar en algo y que eso se cumpla inesperadamente.

jueves, 14 de agosto de 2008

Tomates azules, frutillas blancas









No son las frutas y verduras que habitan la heladera de Pity de Intoxicados. Ni engendros de laboratorio. Tampoco se trata de que ande mal el technicolor.

Son así: tomates y frutillas salvajes. Desatinados, insaciables.

Crecen a los costados de la ruta de la normalidad y como todas las cosas que crecen en la lateralidad, son así, un disparate.

Gracias Mr. Wrong.

martes, 12 de agosto de 2008

"El pibe la rompe"


No podemos dejar de recomendar "76", de Félix Bruzzone. Y esto es tan sólo el comienzo: los lectores podrán leer más de Félix muy pronto.

Estén atentos a este escritor.

jueves, 7 de agosto de 2008

callo sin coraza

Por Pablo

ella tenía agua en el oído
la pierna del amor protegida en una bota
nuestra amiga llegó resfriada desde las puertas del centro comercial
la calma de su pelo rubio en los gestos de madre
el amor protegido en la belleza de esa niña
que juega en casa con caballos de madera
mientras el padre prepara el asado
ella tenía un palo seco enterrado
en tierra arcillosa llena de piedras
caña de azúcar seca al sol
el frío nos daba en las costillas
y nuestra amiga tosía años de dolor convertidos
en vaya a saber qué pócima secreta
la prosa y la niña
día de sol en este invierno de centro comercial
la curva del relato se hamaca
en el metal de las escaleras mecánicas
subimos hacia el reparo de la multitud
presos del agua que nos invade
¿será el mismo líquido mutado
en edades y sexos
el pulóver tejido por abuelas?
¿será el hilo que cose la tela
el agua de esta gente potable inimputable?
¿una escuela de niños rayando autos
y golpeando maestras
filmados para youtube
fotolog de niñas eróticamente disociadas en esa boca entreabierta
los guantes amarillos llenos de caca y de sangre?
subimos en agua clara
los tres
algo se trama en el silencio
y en el alboroto de palabras con que las mareo
víctima del reloj que se deshace
del dibujo del cerebro copiado con papel se seda

lunes, 4 de agosto de 2008


Por Muppet M
Una especie de Quijote me recitaba poesías a las 3am en Plaza las Heras. Él estaba quemado (¿por el sol?), pero yo le decía igual estás lindo.
Después otro parque, (Chapultepec, era como en un cerro y había nubes de azúcar de colores chillones), el Quijote tiene la mirada desenfocada, hay demasiada información: los colores, sobre todo. La gente, los carritos con golosinas y frutas indescifrables, el tumulto.
No es la madrugada y no estamos solos, no hay poesía, él parece ciego, yo me quedo muda y así, en silencio, decido que es momento de irme.
No quiero que me panees dentro de otro montón de cosas.
Y me voy, en taxi, pero vuelvo, te extraño y me ves cuando me ves, pero seguís con la mirada en trance y yo me desdibujo, no hay jerarquías en lo que ven tus ojos, todo es una nube de azúcar y se te deben pegar las pestañas. La piel te va cambiando, capaz que por el sol y te preocupa la piel (uf, la piel...) y sobresalen tus ojos, que de a ratos se curvan hasta mí, pero yo quiero de frente, quiero salir de mis diagonales.
Tal vez soy yo la que no ve bien.

Entonces me voy. Y no quiero que veas que me voy, pero sí quiero que sientas que ya no estoy ahí.
Camino hasta el taxi, pienso en todo ese tiempo que me esperó hasta que di la vuelta al parque y me convencí (de tu piel, de tus ojos, de lo que no me deja tranquila).

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Una vez fui a ver una obra del Quijote y el comentario posterior fue: "y... la locura seduce". Yo no era tan chica, pero no lo entendí del todo, (¿qué puede tener de lindo alguien que quiere mucho más de lo que puede?). Y como todas esas cosas que se internalizan de un golpe, es difícil explicarlas al principio; de pronto vi cada una de las imágenes como uno de esos libritos que si los pasás rápido se ve la secuencia de lo que en algún momento fue (o pareció) aleatorio.

Ahora no sé qué decir; todo está claro. No en las palabras, pero sí en todo lo demás.
Y no sé si quería que se aclarara la dualidad.

La locura, sí, seduce. Pero también espanta.