martes, 31 de marzo de 2009

A esto me refiero



Por Muppet M

Por fin alguien se animó a condensar indicaciones de etiqueta para andar por una ciudad.
Ya no me siento una intolerante inadaptada que se irrita con la imbecilidad ajena.
En este site encontré un listado de lo más razonable para circular por una ciudad y dice más o menos así:

Regla No.1:

- Camine por la derecha. Si hay que frenar, ubíquese a un costado. No camine en tándem de a 3 a menos que la vereda sea gigante y no haya nadie alrededor. Hay que compartir.

Regla No. 2:

- Apúrese. Y esto corre para todo, incluyendo tener en la mano la tarjeta del subte o las monedas del colectivo ANTES de llegar al molinete, saber de antemano qué show se quiere comprar antes de llegar a la ventanilla (o, agrego, al comprar en un kiosco) y quitarse del medio cuando baja de las escaleras mecánicas o del ascensor.
¿Tiene una pregunta? Sea conciso, las personas están ocupadas.

Otros puntos a tener en cuenta:

- En subte, deje bajar antes de entrar (lo mismo para todas las puertas: primero hay que dejar salir, después hay que entrar).
- Maneje con cuidado los paraguas (y no acapare los techos, agrego).
- No se quede parado en la puerta mientras decide si entra o sale.

Aportes míos:

- No camine por el medio de la vereda si está de paseo o no quiere que lo lleven puesto (esto se relaciona con la regla No.1).
- No frene de golpe (también en la mitad de la vereda) si, nuevamente, no quiere que se lo lleven puesto.
- Los cochecitos no son topadoras, no prepotee con ellos. Menos si lleva bebés a bordo.
- Por el amor de Dios, en la escalera mecánica, párese a la derecha y deje el camino libre a los que quieren trepar más rápido.
- Arriba de un colectivo, no se tome de ambos pasamanos paralelos como si fuera un gimnasta a punto de dar una vuelta pajarito. No estorbe.
- No hable a gritos por celular, a nadie le interesa si el abogado es un hijo de puta, si Mony es una turra o batió el récord de conquista la noche anterior.
- Si quiere probar sonidos mono o polifónicos del telefonito nuevo, hágalo en la soledad de su hogar.
- Hasta los ringtones más simpáticos y originales son una limadura de cerebro si suenan a cada rato a un volumen descontrolado. Si no escucha, ayúdese con el vibrador.
- Si es un adicto a los mensajitos de texto, es de buena etiqueta que las teclas tengan el ruidito bloqueado.
- Tenga en cuenta que aunque la ciudad sea un hogar de almas solitarias, hay muchas como la suya y todas tienen cosas importantes que hacer.

domingo, 29 de marzo de 2009



Por Muppet M

El otro día me crucé con este aviso en Facebook que dice así: "Pedíte una pizza sin tener que levantarte nunca del Facebook. Recibí alimento sin perderte ni el más mínimo update (de Facebook)."

Se me vino la idea de un universo marsupial de tentáculos que teclean sin descanso mientras el meñique enrosca un pedazo de muzzarella y con la boca llena de salsa y cantimpalo teclean y piden más pizza sin levantarse jamás de la silla, sin tener que levantar el teléfono ni hablar nunca más con nadie, menos aún con un anónimo rebalsante de acné que levanta el pedido cuatro quesos, napolitana con ajo anchoas y fugazzetta.

Y, quién sabe, si además de dejar de escribir, dejamos de hablar, en una de esas todo se reemplaza por ideogramas, gestos y olores a pizza o por un idioma universal de ruido de botoncitos:

tictic-tic---titititititititiitiiiiiicccc.

Y cuando alguien tartamudee dirá:

t-t-t-t-t-ic

Un idioma universal al fin, hecho de cutículas que se cortan con alicate tictic-tic.

En algún momento hasta los botones resultarán innecesarios. Tal vez se olvide la capacidad de escribir y hablar. Tal vez hasta se pierda la comprensión de lo que otros dicen y no se pueda articular más que gruñidos, gemidos, alaridos.

O tal vez todo se reemplace por una comunicación telepática y con sólo imaginar una pizza calabresa, ésta aparecerá solita en la puerta de calle. El problema es que, cuando el único medio de comunicación sea la telepatía, no va a poder correr más eso de justo estaba pensando en vos y ya no más la pseudomagia de que justo la persona en la que pensabas aparece en un chat o llamado o mensajito de texto.
Se inventaría una cosa similar al Facebook, pero telepático, donde todos sabrán, por ejemplo, quién piensa mucho en quién; llegarán updates todo el tiempo "flaflita098 está pensando en vos", dirá la aplicación. Ufa, otra vez y a la pobre flaflita098 le ponrán un block sender y tendrá que tomar medicación para evitar los pensamientos compulsivos porque ya nadie la soporta.

***

Si ahora se diera la situación de que perdí la capacidad de levantar el teléfono para pedir una pizza porque no me quiero perder ningún update de Facebook y ahora sólo me comunico en idioma delfín, el mundo sabría, por ejemplo, que adentro de mi cabeza no estoy pensando en cómo hacer para pedir una pizza sin moverme, sino que quedará en evidencia la ensalada de fideos que tengo en el cerebro.



domingo, 22 de marzo de 2009

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Por Muppet M


Me quemó adentro. A veces algunas palabras ingenuas son una aguja miniatura de acupuntura que aciertan en el nervio, pero no lo calman. Y a veces pasa eso, lo del efecto contrario. Una vez vi el caso de un rivotril que convirtió en Increíble Hulk a quien lo tomó qué me diste, qué me diste decía él y los ojos verdes verdes de Increíble Hulk.


***

Un dardo de Daktari, ahí me pegó. Ni sabe que acertó. Pero, insisto, fue el efecto contrario: nada tranquilizador. Poca gente me conoce la furia. Creo que grité. Esperé a estar sola y grité y tosí porque había fuego. Fue un temblor que nació ahí donde las costillas hacen como una cuña y subió, me hizo temblar los hombros. A veces sube hasta hacerme llorar. Para apagar el fuego y la furia, debe ser.

Esta vez no.


***

Evito ciertas preguntas, mejor no saber aunque me muerda de curiosidad morbosa. Me dijo qué tranquila que sos. Sí, es cierto. Apacible, no lo puedo evitar. Son formas, estilos. No soy estridente. También hay otras cosas que no puedo evitar, no te confundas. Abajo hay corrientes cruzadas y no son nada apacibles. Soy una mamushka y no te digo nada, ni te aviso que lo mejor viene después.

Prefiero no hacer promesas porque me obligaria a cumplirlas.


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Necesito tiempo, esa es mi debilidad. Tiempo, constancia, paciencia (muchos mimos). La gente es ansiosa y hay que darles rivotriles. Yo te aseguro que hay, seguí buceando que bajo la arena hay estrellas de mar y hay testigos de que eso es así. Para qué algo repentino y después dejarlo caer como un Coyote del precipicio. Un espejismo de agua que apenas te cubre las rodillas y te deja muerto de sed. Esa no soy yo.

Soy un espejismo al revés.


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Primero siempre hay un golpe que dibuja una parábola y me deja ahí, lejos. Pero después vayamos despacito y largo, para no caer al pasto. Conmigo eso no pasa porque soy tan duradera. La llama eterna que empieza con una especie de combustión espontánea. La diferencia es que la mía no se apaga. Si sabés cómo, no se apaga.
Igual aprendí que ni por mí puedo poner las manos en el fuego.


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A veces el riesgo de incendio es un cable de electricidad en zigzag cuando unas manos sin querer se rozan. Hablo de detergentes, soy tan verborrágica aunque digas qué tranquila. No digo nada poque estoy muy ocupada pensando si era con detergente que se podía fabricar una Molotov. Pero pongo cara de seria y no te enterás. Me cuesta decir que no puedo vivir sin explosiones. A veces soy tan pudorosa que me malinterpretan. No se me mueve ni un músculo, parezco tan mansa y por adentro hay tantos temblores. Hay un dicho que no me acuerdo acerca de que en lo profundo las aguas no sé qué. No lo puedo evitar (ninguna de las dos cosas). Me enoja tanto lo inevitable.
Mejor no aclaro nada.


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Porqué es una pregunta que me caracteriza. Que sentido tiene hacerla, buscar un origen de las cosas, para qué (esa es mi nueva pregunta). Hubiera querido que me dieras algo de un poco de eso que vislumbro porque vivo con la ñata apoyada en el vidrio, cómo rompería todo en infinitas astillas. Y no es falta de, hay cosas que se dan o no y hay cosas que no se piden (creo). Sacar el matafuegos, llamar al bombero loco que no me taparía con mantas porque no me quemo, lero lero.
Que me lleve a respirar aire fresco antes de que me asfixie, arriba del camión como una reina de la Primavera.


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Mejor no pregunto y me ahogo en un vaso de agua a ver si por lo menos eso calma el viento huracanado bien caliente que se revuelve adentro, en círculos, como las ideas absurdas que
forman telarañas.




sábado, 14 de marzo de 2009

Llamado a la solidaridad


Por Muppet M

Los decálogos siempre me parecieron bien para un vademecum o cosas así, no para cosas relacionadas con la espontaneidad de los impulsos, la expresión de los sentimientos.
Pero, en base a las historias que escucho, creo que no vendría mal tener una especie de guía de pautas consensuadas. Y me refiero a las relaciones amorosas porque con los demás vínculos parece que se toleran muchas más cosas.

Las relaciones (recientes) en general se terminen por estupideces, uno no se tiene paciencia, uno cree ver en gestos mínimos la punta de algún iceberg siniestro. Qué se yo. A un amigo mío lo dejaron por cómo cortaba la lechuga y rallaba la zanahoria. Y no es mentira, en el café donde ella lo dejaba, ella le dijo: "y además no me banco cómo cortás la lechuga."

Entonces, minimizar las idioteces es tal vez una apuesta a un mundo mejor donde la gente se quiera más. Y que si algo no prospera, que sea porque no va, porque no hay onda, no hay amor/pasión/viabilidad y no por haber sido un/a cerdo/a a la primera de cambio.
"Yo soy así" es válido; en algún momento sale la hilacha. Pero tampoco ver todo el ojal descosido así de una.

Cuando hay algo fuerte (aún cuando todavía no hay mucho) ningún detalle define nada, eso es así. Como me dijo un novio una vez mientras me bancaba durante una mononucleosis eterna y poco atractiva: "cuando la persona te gusta, te gusta."

Pero qué relación no se construye en los gestos y detalles. Además de confiar en aquel misterio que sucede y da sentido a que algo exista, que hace casi imposible dejarse (amor, calentura, estima, lo que fuere), tal vez haya que hacer algo para que las cosas aguanten un poco hasta que se arman y abandonan el estado de fragilidad.

Entonces, a eso voy, a que además de un poco de paciencia, colaborar un poco con los detalles.

Ayer un amigo me contaba que está pensando en dejar a su chica porque huele a repollo. La chica le gusta, pero huele mal y no sabe qué hacer.
El otro día, una amiga me explicaba las razones de su distanciamiento con un chico con el que venía todo genial y además le copaba, "pero lo que pasa es que le da por rascarse la barba todo el tiempo y eso me irrita."

Acá va un listado de cosas recolectadas, cosas que sería preferible no hacer (válido para primeros encuentros. Algunas de las cosas después se ven):

- En una buena primera cita no hay que despedirse diciendo "un gusto."
- En una buena primera cita no hay que hablar de la crisis mundial antes del beso de despedida o se despedirán diciendo "un gusto."
- No permitir que la chica se baje sola de un colectivo a las 12 de la noche y luego no preguntar si llegó bien. Y si la chica pide ser acompañada porque le da miedo, no decir "me da fiaca" si la intención es volver a ver a la chica, claro.
- Si las cosas se ponen intensas y hay onda de llevar a la chica a otra parte por primera vez, no explicar que las razones para ir a un telo y no a casa de él se deben a que en la casa están velando un fiambre. Ir a un telo y ya. La referencia al finado en la propia casa provocará que la chica se tire abajo del primer taxi que encuentre.

- Si hay que cancelar el plan de segunda cita y pasarlo para otro día, por favor, no decir que "porque tengo hemorroides" e insistir en detalles para que quede claro que es verdad y no una excusa. Y si del otro lado de la línea no piden detalles, no insistir en darlos.

- Tampoco es apropiado hablar de testículos durante la comida ni volver sobre el tema de las hemorroides que por suerte pudieron ser controladas y por eso salieron al final.

- No vestir gorro de Estudiantes de la Plata. Ni en una tercera cita ni nunca.

- No explicar al interlocutor qué cosa es el píloro. Nadie quiere enterarse cómo es cuando funciona mal.

- No decir la palabra "burpear." No explicarsela tampoco al novio ni decirle "no me burpees."

- No sostener conversaciones que comiencen con un "no me gusta cuando me burpeás como una paloma."

- No burpear.

- No rascarse demasiado.

- Si alguien dice algo, considerar que es eso lo que dijo y no otra cosa. Evitar interrogatorios sagaces.

- Si alguien llama a alguien, no andar pidiendo disculpas de porqué alguien llamó.

- No oler a repollo ni a frito ni a cosas así.

- Si alguien olvidó ponerse desodorante, no decir delante de los amigos "ponete anstisudoral, querés."

- No usar la palabra antisudoral.

- No escribir un mail al chongo contando el terrible reviente de anoche (que no incluyó al chongo), que ahora estás resacosa, malhumorada y encima reclamar cuando al flaco después de leer eso no siente ganas de verte porque encima todavía recuerda que la mañana anterior olías a repollo.

- Si se es hombre y hétero y planea besar a la chica, no mostrarle fotos de cuando se maquilló por primera vez. Aún sí sólo estaba experimentando.

Y, bueno, tengo hasta ahí. Los aportes son bienvenidos.






lunes, 2 de marzo de 2009


Por Muppet M

Mi amigo P. tiene varias teorías acerca de muchas cosas. El otro día nos vimos y le conté que una de sus teorías me parecía que se estaba comprobando y él masticaba contento. "Entonces estás preparada para escuchar otra de mis teorías."

Resulta que, según él, la primera película que vas a ver con alguien marcará el devenir de la relación. Y para darme un ejemplo contundente, me contó que el día después de ir a ver "Vicky Cristina Barcelona" con su nueva chica, se le apareció la ex "más loca que nunca." Y me contó los detalles de una aparición muy colifata y mientras me contaba los detalles y se había ya olvidado de la teoría porque hablábamos de la ex, a mí me había quedado rebotando y traté de refutarle la teoría con ejemplos de mi cosecha. Como, qué puede marcar en una relación haber ido al cine por primera vez a ver "Hombres de negro." Me miró pensó, pensó y dijo: "entonces la metafora es que esa relación carecía de metáfora."

Siguieron más y más ejemplos (los míos, los de él, los de otros amigos) y yo se los refutaba y él me daba la exégesis de cada caso y en todos parecía haber algo de verdad para su teoría.
"Es infalibe, te juro," y nos despedimos. Pasaron los días, lo llamaba y le tiraba títulos de películas o de series y me daba un veredicto imposible de discutir. Pasaron más días y aunque no pude acordarme qué fui a ver, qué tonta cómo no lo supe antes y así anticipar los desenlaces y porqué, porque, no me acuerdo cuál de todas fue la primera película que vi con se me pasó.

El otro día fui al cine y miré a mi alrededor y ahí ora vez me apareció el tema. Miré cuántas parejas había en el cine, cuántas de esas estarían en su primera cita y tuve ganas de pararme arriba de la butaca y avisarles que tuvieran cuidado, que la película no terminaría cuando se encendieran las luces sino que ellos escribirían la continuación de eso que verían por el resto de lo que dure su amor.

Cada detalle en la pantalla me hacía dudar de cómo impactaría a las parejitas de la sala. Ahí cuando él va en moto, ¿querrá decir algo?

No saqué conclusiones, me fui a comer una pizza. Pero sí me pregunté, que si la teoría de P. es verdad, entonces ¿qué pasa cuando nunca vas al cine con algunas personas? ¿Cómo se escribe la historia en esos casos?