Ayer soñé que mis amigas me preguntaban acerca de mis aventuras sexuales. Me explayaba con casi todas.
Por esas extrañas razones oníricas, una de mis amigas también se ponía a rememorar sus historias, categorizadas en tres columnas. En alguna había puesto "al lado de una momia".
Detrás de nosotras, una despedida de soltero: la víctima tenía que acabar aunque le tiraran jugo de mandarina en los ojos.
Tiembla Buñuel.
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