jueves, 12 de julio de 2007

El Cabeza de Tacho




No importa cuán alto haya llegado en la vida, siempre mirará al mundo con ojos de Almacenes Don Manolo. Por lo general un Cabeza de Tacho es buena persona. Su problema es que mea fuera del ídem. Por ejemplo: si bien suele ser bastante paranoico en detalles nimios, basta con que le doren un poco la píldora para que entregue toda su confianza (razón por la cual suelen ser presa fácil de los Cuises). El Cabeza de Tacho es capaz de pensar que su Commodore 64 está siendo hackeada por el Pentágono y acto seguido nombra al primer Cuis que encuentre a mano Ministro Plenipotenciario de sus Cuentas Bancarias. Son laboriosos y honestos, pero a veces su incapacidad de ir más allá del sentido común los hace bastante mediocres y, por lo mismo, odiosos. Es muy frecuente que un Cabeza de Tacho ame los dispositivos electrónicos y apenas logra ascender un poco en la escala de ingresos se muda a un kuntry medio pelo y manda a sus hijos a cualquier Day o High School. Justifica sus elecciones políticas, económicas, sociales y culturales con argumentos tales como: “Ya tiene plata, por eso no va a robar más” o “Los japoneses corruptos se suicidan, por eso a nosotros nos va como nos va”.