
Por La Colorada
Lo que leerán a continuación es el relato de nuestra columnista invitada. Desde San Pablo, especial para Muppets de Balcón.
Queridas muppets:
El viaje estuvo bueno. Fue una felicidad el poder salir de Bs. As. Y también el poder reencontrarme con mi parentela paulista. Mi breve estadía estuvo cronometrada y organizada cual workshop de congreso médico. Salvo que en mi caso, se trató de un tour antropológico-religioso, con altas dosis de ceremonias, kipás, trajes,sombreros y sobretodos negros, pelucas y hebreo pronunciado hasta la exageración.
Queridas muppets:
El viaje estuvo bueno. Fue una felicidad el poder salir de Bs. As. Y también el poder reencontrarme con mi parentela paulista. Mi breve estadía estuvo cronometrada y organizada cual workshop de congreso médico. Salvo que en mi caso, se trató de un tour antropológico-religioso, con altas dosis de ceremonias, kipás, trajes,sombreros y sobretodos negros, pelucas y hebreo pronunciado hasta la exageración.
Lo que más esperaba yo era la comida. Los desayunos brasucas de mi tía, los knishes...qué garcha, ¡pordió! La carne kosher es lo menos. ¿Nadie les dijo que el arenque con cebolla pero sin crema tiene menos gracia que renga bailando?
El casorio estuvo bueno, sobre todo para la ortodoxia, que se re divirtió. Los hombres tenían su fiesta en un salón y las mujeres en otro un piso más arriba, aunque se podía ver para abajo a través de un balcón. Pensar que mi tía se gastó un billete en mi peinado y mi maquillaje... para que no me viera ningún hombre, ni se me pudieran acercar. Así que el modeleé fue sólo pa´la foto.
Eso sí: nunca ví hombres tan fiesteros y tan bailarines. En ese sentido, ellos en los casamientos comunes son más aburridos, cuandotras el pogo inicial, se sientan a beber y hablar de fuchibol y nosotras a bailar entre nosotras, porque ellos el culo no lo levantanmás... En un punto, el pogo y las ronditas me parecieron una cosa tan de vestuario que no pude dejar de pensar que toda actividad sexista y mujerfóbica como esa era en el fondo de una homosexualidad encubierta galopante, cual griegos en la guerra y el gimnasio, los romanos en sus baños y los curas en toda su historia.
La música que pasaron fue toda en hebreo. Hebreo en todos los géneros habidos y por haber, además del típico para hacer pasitos y coreografías.
Allá, la "Mashiaj Mashaij Mashiaj" no es un furioso rock and roll, sino una melodía cuasi tropical, una mezcla de melódica con reggae y axé. Esa sí la bailé, pero me tenté como nunca.Ellas sí bailaban mucho, y había quienes se conocían todas las canciones y los bailes. Cantaban, bailaban y saltaban con tanta histeria y delirio como siestuvieran en un recital de The Clash o de Ricky Martin, por decir algo.