martes, 17 de abril de 2012

Never trust a man with a beard


Por qué un político, un CEO o un dentista no pueden portar una barba digna de un jefe? A mi alrededor, sólo mi médico y papá Noel tienen una cantidad respetable de pelo en la cara. También conocí pelilargos en la facultad que entretejían barbas con las rastas y los sweaters de llama todo en una misma madeja hasta ser un Tío Cosas.


El pelo en la cara es indicador de desarrollo sexual masculino, pero zona de combate ideológico. No es un tema de edad, ni de inclinación. Es mucho más que un pacto corporal con la sociedad -si puedo limitar mi barba, puedo administrar mi deseo por el prójimo-. Se trata más bien de orientación política y profesional: la barba de zurdo o de terrorista, el candado de vendedor de electrodomésticos, el bigotito nazi, los pelitos en el labio inferior o mentón de atleta sexual, la afeitada alta performance de empresario pujante de Puerto Madero, etc.


Yo pensaba que el vello era sólo un territorio de combate para las mujeres -la carencia de hirsutismo como garantía de mayoría de hormonas femeninas- pero ahora me doy cuenta que es el equivalente a la manicura en una mujer: algo que sólo quien lo porta y sus adversarios les otorgan valor. Una marca en el cuerpo tribal, pero socialmente adaptada. Una señal de lo que se es capaz de hacer con una navaja.


Por mi parte, soy fan de la barba Noel. Aunque parezca de linyera borracho, Chanquete o de gaucho malevo y a pesar del dicho que dice “never trust a man with a beard” para mí es todo lo contrario: creo en todo aquel capaz de alejarse unos metros del identikit policíaco y de los objetos cortantes. 
Queremos más hombres con barba que por un rato dejen de medirse los centimetros de piel descubierta.

2 comentarios:

Mr_Wrong dijo...

Times are A'changing, dearest M. La practica creciente de la lampiñez extrema en el genero masculino, cuyo fin no comprendo del todo bien todavia, nos va llevando a los carapeludas a la lenta extincion y consiguiente reemplazo por los caralisas. Como paso con el mamut y el surgimiento de su variedad metrosexual, el elefante. Multibesos.

Muppets de Balcón dijo...

La lampiniez es aceptable siempre que seas atleta o peruano. Besos!