miércoles, 21 de abril de 2010

Cosas

Por Muppet M
A veces me gana la escéptica, la que mira el truco detrás de todo, los cables detrás de bambalinas y desarma pócketers para entender cómo mierda es que la pelotita va por ahí y entonces lo termino rompiendo sin querer. Mi hermano se enoja boluda, porqué agarrás mis juguetes. Mamá va a la cocina, no se peleen, dice. Mi hermano mayor bufa porque no lo dejamos leer Ásterix. Mi hermano del medio y yo de los pelos, estrellitas, mordidas, yo lloro, no suelto ni loca el mechón de pelos de mi hermano que me hace coquitos en la cabeza pero no digo mamáaaa porque no se traiciona el código de hermanos. Al fin me suelta primero: siente culpa, no llores. Mi hermano mayor dice: boludo, dejála que es una nena. Mi hermano del medio busca un cepillo, me peina despacito y me da un beso en la mejilla. Me dice que me va a regalar un póketer y que me va a enseñar a jugar. Mamá dice: les compro otro, uno a cada uno. Vamos a pasear y en el auto los cuatro, con juguetes nuevos, vamos a tomar algún helado por ahí.

viernes, 2 de abril de 2010

Tipologías: el hombre ABC



Por Muppet M


Práctico y versátil como un vestido negro, el hombre ABC es como esa prenda de vestir que lo representa: básico, acompañador, útil, lindo, levanta el ego, estiliza, se adapta, es versátil, sirve para toda ocasión, es simple y sencillo, sin vueltas. Nos salva cuando no sabemos qué usar, tiene clase y sofisticación. Parece que no dicen nada, pero less is more.

Es el infaltable, el necesario, el fundamental.

El ABC es el equivalente al básico, vital y móvil. Sin eso, no es posible ir a ninguna parte. A veces viene con más letras, pero con esas tres ya es más que suficiente. Es un hombre que no lo tiene todo (todo vestido negro necesita de accesorios), no se las sabe todas y no le interesa tampoco y está bien así.

Las cosas con un hombre ABC son claras, son A-B-C. Las cartas están sobre la mesa, a la vista las virtudes y los defectos.

Una siempre necesita un vestido negro. El ABC del guardarropa. Parece fácil de encontrar, pero es difícil no distraerse con otras cosas como, por ejemplo, una cartera verde o emperrarse con un vestido naranja de liquidación. Ni que hablar del top de paillettes, las plumas y los zapatos de croco que dejan con la boca abierta pero no terminan de ser nada.


Por más que parezca simple, encontrar un vestido negro que quede bien y cueste lo que es posible pagar no es tan fácil. Y por más que parezca que hay mucho hombre alfabetizado, lo cierto es que no todos vienen con el ABC.

(Nota: el concepto del vestido negro y su comparación con el género masculino es préstamo de mi querida amiga MM)

Tipologías: el hombre Y



Por Muppet M


Existen dos versiones de este hombre, tal como la figura de su letra lo indica: un camino los une y una diferencia abismal los separa.
Ambos son un signo de pregunta, pero mientras en algunos casos son acertijos, en otros se trata de especímenes curiosos y adorables, cargados de ingenuidad que quieren saberlo todo. Y no sólo preguntan, sino que se interesan y trabajan la duda para que siempre haya más. Es un "Y" que suma, acumula, responde.
La versión acertijo, sin embargo, es un poco más complicada. Silenciosos, interesados más en los espacios en blanco, las pausas entre las notas musicales, estas versiones de hombres Y te dejan con la pregunta en la boca ¿y? con la diferencia de que nunca responden, básicamente porque no tienen nada para decir.

Tipologías: el hombre X


Por Muppet M


Versátil. Complejo. Con líneas internas que se cruzan y en general el abonado está fuera de servicio.

A no confundir: que tenga líneas no quiere decir que sea lineal. Nada en él es lineal y eso lo hace tan interesante. Teje redes. Juega al tatetí. Marca con cruces.
Puede ser un ex o un alguien, un "equis". Hombre eufemismo, a veces innombrable; la equis no siempre se puede despejar y es imposible deducir qué está pensando.

El hombre X tiene una particularidad: sólo porta la X. No le dieron la Y ni tampoco otra X. Y así anda, andrógino, castigado a las luces y las sombras de sus planos y contraplanos y por eso puede estar en cualquiera de los espacios de este universo y en todos a la vez.
Él es en 4D.
Tanta expansión de sí mismo lo hacen fruncir mucho el ceño, surcando una marca bestial entre sus ojos. La línea que baja entre las cejas delata su condición de hombre equis y tambíén el arañazo exacto donde se cruzan no sólo las líneas de su letra, sino también sus cables.