lunes, 26 de noviembre de 2007

Marketing directo

Por La Mujer Imperfecta

Los telemarketers y ecuestadores que llaman a mi casa por lo general se encuentran con una voz femenina que les dice que “los señores no están, vuelven a las seis de la tarde” y que “no, no, no me está permitido hablar”. Deben preguntarse qué será lo que ocurre en casa que aterroriza a las mujeres hasta el punto de no permitirles manifestarse sobre la cantidad de espuma que hace el jabón en polvo en el lavarropas. Mientras tanto yo, del otro lado de la línea, cuelgo con la satisfacción de poder dedicarme tranquila a mis asuntos -sea terminar una nota, curiosear por otros blogs o bañar al gato- porque si hay algo que odiaba antes, pero más ahora que tengo menos tiempo, es lidiar con un vendedor de celulares.

La última conversación, hace diez minutos.

TM: Buenos días, señora, le habla Gabriel, de la firma Blbablablagroup, estamos haciendo una encuesta telefónica sobre hábito de consumo en hogares del norte y noreste de la capital
YO: Ahhh…. No…es que yo… no….
TM: ¿Dispondría de unos minutitos para contestar?
YO: No… ehhh… bueno.
TM: Son apenas unos minutos, señora, no va a tomar mucho tiempo.
YO: Es que yo no puedo…. No me está permitido.
TM: ¿Perdón? Ah, ¿no sos la dueña de la casa?
YO: No.
TM: ¿Y sabés a qué hora vienen los dueños?
YO: A las cinco, seis de la tarde.
TM: OK, gracias (¡Clic!)

Si algún especialista en semiótica desea la trascripción completa de otras conversaciones, puede escribirnos a muppetdebalcon@gmail.com

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jjjjjjoooojo! qué gran idea!!! nunca se me habría ocurrido hacerme pasar por empleada en la casa como para no contestarle a esta gente que ni siquiera pregunta si estás ocupada y tiene la virtud de engancharme siempre. Es que suelo ser compasiva con los telemarketers, cuyo laburo es casi tan infame como el de la cabina de peaje. Mi debilidad son los de las encuestas (los más respetuosos). A los que no me banco son a los de las telefónicas. Esos sí que son duritos de roer...
Cariños,
la Colorada

Lady Kelvin dijo...

Yo con todos aplico el No compulsivo. Esto es, a la pregunta que me hagan (sea cual sea) respondo No. No, no, no, no.
Y así.......no, no hasta que al final dicen: Buenas Tardes. Y yo: NO.
Cuelgo y siento que gané una batalla. Pero, no.

Pitoti2 dijo...

Me hace acordar a un mail que anduvo circulando hace un tiempo, sobre pagarles con la misma moneda.
Solo hace falta un walkman (que antiguo) con la musiquita de "Para Elisa2 pero la versión sintetizada más berreta, como la una centralita telefónica y muchas ganas de joder.
Cuando atendés, le decís: "Un minuto, por favor" y le mandás la música.
Luego de cuatro o cinco munutos de tenerlo colgado y si todavía persiste, le pedís el nombre, el numero de empleado, el número de documento, fecha de nacimiento. Si te pregunta porqué le respondeés: "son normas de la casa".
Si aún tiene paciencia le decís que le vas a pasar con otra persona y lo colgás otros cinco minutos con la musica.
Al cabo de un rato y si tozudamente aún está en línea y podés contener la risa, le decís: "La persona que usted busca no está. Si me deja su número teléfono nos pondremos en contacto con usted. Gracias" y colgás.

Alicia R. dijo...

Yo encantada te comentaría el post, pero la señora no está en casa y no tengo autorización.

Pablo dijo...

Tanta conversación le das a los telemarketers? Yo sugiero un "No gracias" seguido de un corte intempestivo.

Anónimo dijo...

Cada vez que me le animo al corte intempestivo después me dan pena y cuando no y los aguianto los quiero matar.
Una perlita el cambio del usted al tuteo.

Muppets de Balcón dijo...

La Colorada y Laura d,
A nosotros también nos dan un poquito de culpa. Tenemos la leve sospecha de que ninguno lo hace por vocación.

Lady Kelvin,
¿Y qué tal el sí compulsivo? Sí a todo hasta que se den cuenta de que pasa algo raro.... o te vendan un tiempo compartido.

Pitoti2,
Nos encantaría hacer eso con el servicio técnico del proveedor de Internet. Pero con la musiquita de Misión Imposible.

Alicia R,
Sus comentarios son siempre bienvenidos.

Pablo,
Pero, ¿y la culpa?

Rosario dijo...

JA! Esto es genial! Mucho mejor que yo, que les digo muy enojada que no quiero que me llamen nunca mas y que borren mi número de su lista inmediatamente!
La próxima vez intento tu táctica!