sábado, 13 de junio de 2009

Cosas que pasan mientras escribo



Por Muppet M
(Un pequenio nosequé en el día del escritor)

Me freno. Quiero decir algo y no sé qué más decir. Todo me parece una garcha total y no sé lo que estoy escribiendo, se parece más a estar frotándome contra el teclado que a una intención de decir. Las teclas en los dedos son terminaciones nerviosas de algo más sensible, pero aprieto los botones con una tosquedad inexcitable. No elaboro nada, ninguna idea original sale de esta sarta de pavadas donde creo que estoy diciendo algo interesante, importante, que a alguien le puede interesar.
A veces parece que en realidad le estoy robando a todos aquellos que sí pensaron en algo antes que yo.

Where´s my mojo?

Es útil no tener enrosques mentales, sentirme liviana respecto de las cosas. Pero la limpieza de ideas repetitivas se parece a veces a un Hiroshima que me dejó huellas de lagunas mentales, secó toda el agua, dejó pozos ciegos y áridos de donde a veces capaz brotan gotas del esfuerzo, pero ninguna idea cristalina que cristalice en una crisálida hermosahermosahermosa que revolotee con sus alas extravagantes en la noche de luna llena que refleja de luz las cataratas del Iguazú y todo es del color de la noche, violáceo y me vuelvo a trabar porque trato de no decir que esa noche me acordé de vos porque los colores eran suaves y profundos.

No tengo ideas nuevas. Los dedos tenazas rascan el fondo del frasco mental y me queda algo entre las unas -mugre- suciedad que se estanca ahí, que está ahí por haber estado rascando no por haber recorrido nada.
Es más fácil pensar en moverse sin tanto tornado ni vueltas que arrastren a una fuerza centrífuga (de tornado) que terminan petrificando cualquier intención de movimiento, cualquier
impulso hacia una forma concreta.


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