domingo, 31 de mayo de 2009

Nuevos odios



Por Trotamundos


1) Que se me caiga un pelo y me quede colgando en alguna parte y no pueda identificar cómo es que se producen las cosquillas.


2) Los negocios con puertas corredizas.


3) La gente que no sale rápido de las escaleras mecánicas (me da miedo que me trague la rendija junto con los escalones).


4) Las que usan la cartera en el codo y el puño cerrado tipo "tomá de acá."


5) La expresión "llave en mano".


6) Que me tragan los cubiertos envueltos en una servilleta de papel, con la servilleta muy enroscada en el mango de los cubiertos y entonces, al desenrrollarla, se me rompe la servilleta y tengo que pedir otra.


viernes, 29 de mayo de 2009



Por Muppet M


Soñé que eras un taxista. Yo salía de mi casa, una casa que ya no existe más y vos estabas ahí, en la puerta, con el brazo afuera de la ventanilla.

Después, con la velocidad de un pestañeo, en la esquina.

No sé qué me decías, sólo me importaba que eras vos, me pasabas a buscar por donde no pensé que podrías encontrarme y estabas ahí. Y pensé "viniste."

En eso pensé.
Era llamativo que estuvieras ahí, que estuvieras.

Sonó aquel tango que habla de las banderitas de taxi libre, de la luna rodando por Callao. Quereme así piantao.
Promesas de amor poco posibles.

Cuando anochezca mi porteña soledad, por la ribera de mi sábana vendrás con un poema y un trombón a desvelarme el corazón.

Aparecen clichés de que volamos juntos como del lado oscuro del corazón.
La luna, lo redondo, lo obvio, el lado oscuro. Mi corazón.

Un taxista testigo de
Los miles de taxistas testigos de

Ahora te convertías un testigo permanente, me llevabas a pasear, me esperabas en una esquina. Eras Rolando, qué otro nombre podrías tener. Qué otro nombre podría tener un taxista que va por el asfalto sobre cuatro ruedas que ruedan, rotan, rolan.

Es tan poco sutil todo a veces.

Las historias de culebrón y Rolando al rescate de Soledad.

Qué hace un taxista que enamorando mujeres, dice un berreta.

Los lagos de Palermo son un autocine donde vivimos funciones privadas hasta que llega la policía. No pudo reprimirme y digo joyanuncataxinipatrullero.
Mi tacherito errante. Como un acróbata demente saltaste sobre el abismo de mi escote y me enloqueciste el corazón de libertad.

No sé qué hacías disfrazado de taxista. Los taxistas no van lejos.
Los tomo cuando llego tarde.
A veces cuando me tomo un taxi llego temprano.
Llegamos tarde. O temprano.

Siempre a destiempo.

A veces llego hasta donde quiero ir.

Depende de quien maneje.


martes, 26 de mayo de 2009

Leyéndome a mí mismo

Por Robert Lowell

Como tantos otros, me envanecí lo justo y más aún.
Al principio prendí cerillas que hicieron hervir mi sangre
estudié de memoria las astucias que encendían el río.

No sé porqué jamás escribí cosa alguna a la que regresar.

Puedo pensar que ya acabé con las flores de cera
y que gané un lugar en las laderas menores del Parnaso...

No se hace una colmena sin una abeja
que junte cerco a cerco celda a celda
la cera y miel de un mausoleo.

Esta redonda cúpula demuestra que está vivo quien la hizo
el cuerpo del insecto pervive envuelto en miel
ruega porque su obra perecedera viva
lo justo para ser profanada por un oso glotón.

Este, mi libro abierto
mi abierto ataúd.

(de: "Por los muertos de la unión y otros poemas")

domingo, 17 de mayo de 2009

I´m not lovin´ it

Por Muppet M


A veces, aunque no soy para nada fan, toca caer en un Mc Donald´s y cuando eso pasa en general me pido una ensalada.
No sé porqué insisto en pinchar las verduras de ese pote inexplicable, pero lo que menos entiendo de todo es porqué razón le meten una planta entera de esa cosa violeta amarga y los otros helechitos inmundos con gusto a resaca.

En realidad, tendría que preguntarle en qué estaba pensando aquel que un buen día decidió que comer hierbas amargas era "rico", un gusto adquirido sólo para entendidos, una apuesta innovadora cuando todavía no existía la fiebre de la rúcula. De ahora en más, desconfío sistemáticamente de aquél que crea que tiene sentido masticar algo amargo (salvo que sea un chocolate). Pero bué.


Volviendo a estos tipitos: ok, yo entiendo que se trata de un "mesclum" de "verdes", que quieren hacerse los interesantes, pero, de verdad, habiendo tanta hortaliza para elegir, porqué autómata razón tienen que poner tanta proporción de esa cosa asquerosa, porqué no resuelven todo el asunto con una ensalada criolla tradicional y si algún enfermo quiere comer hojas de cicuta que las pida por cincuenta centavos más.


El otro día, después de tardar 15 minutos en revolver mis verduritas con dedicación de asesino serial, emprolijar la montaña de plantitas que creía al costado y entristecerme por lo poquito que iba a comer, una de esas hojitas se escondió debajo de alguna ondulación de lechuga y ahí me di cuenta de todo: que las ensaladas pedorras que venden no son ni para evitarse juicios de gordiños junkies, ni para hacerse los sofisticados y fingir que tienen sabores para paladares entendidos y que el maridaje de texturas entre una lechuga capuccina combinada con la tomatitud del tomate y la suavidad de hortalizas equinoccias no sequé.
Sino que lo de las ensaladas "y más" (ahora entiendo que ese "y más" es que las verduritas feas se reproducen adentro del tupper a medida que insistís en quitarlas) son trampas mafiosas, que cada pedacito violeta o helechito son post it disfrazados de ensalada, son claros mensajes cuya función de aviso intentan decir que


"no te lo repetimos más:
dejáte de joder.
No seas amarga
y entrále a la hamburguér."

miércoles, 13 de mayo de 2009

No me relajo una mierda

Por Trotamundos


Me tiene rotundamente repodrida la gente cuya única solución a todo es un "pero relajate!".


Me MOLESTA MUCHO, pero MUCHO esta actitud de "ay, pero era en chiste" y con eso disfrazar negligencia, resentimiento, xenofobia, imbecilidad, etc.


Me tiene profundamente asqueada este vicio de que "está todo bien" cuando no está todo bien, cuando existen actitudes pedorras que no van.


Y no es protocolo ni almidonamiento, es que, sencillamente, en pos de ser relajado, cool y gracioso se hacen y dicen las cosas más recalcitrantes, con más destrato, más infelices y más pelotudas que escuché y vi en mucho tiempo.

Basta de tratar de ser cool, que alguien tenga opiniones, por favor.

Nada de relajados, un poco de vísceras y menos estreñimiento por el amor de dios.

Y si alguien quiere decir algo, que lo diga y se la banque, que la gente no es estúpida y se nota clarito cuando algo es un chiste y cuando un infeliz no se anima a sostener lo que piensa.