sábado, 16 de julio de 2011


Aunque siempre me costó admitirlo, mamá y yo nos parecíamos bastante (salvo porque ella siempre tuvo mejores piernas). Como ella era gemela habrá estado acostumbrada a que la confundieran todo el tiempo, pero para mí, parecerme a otro, especialmente a ella, siempre me costó bastante.

Ahora es distinto: me busco en sus fotos, como si fuera tan fácil reconocerse en cualquier espejo.
Si uno se mira durante un buen rato el cuerpo deja de tener sentido.

Pasó mucho tiempo hasta que volví a mirar sus fotos. Y mucho más hasta que pude poner una de ella en mi escritorio: mamá y yo en la plaza. Yo, un bebé de seis meses; ella ya tenía mi edad.
Si miro de cerca veo que lleva unas sandalias. La foto es blanco y negro, así que no sé de qué color son.

Vaciar su casa fue una de las cosas más extrañas que tuve que hacer. Entre toda la rareza que es la muerte, tocar las cosas de otro, encontrar aquello que uno no le cuenta a nadie me hizo pensar en mis propios secretos, en lo que guardo o tal vez escondo. Qué entenderían otros de mis papeles e ideas dispersas, de mis agendas y diarios íntimos adolescentes, de mis carpetas de recortes, de las fotos de algún ex. Qué harían con mi ropa, con mis libros.

La casa de mi mamá la vaciamos en ocho horas. La vida entera de una persona despejada en un sólo día. Me quedé con poquísimas cosas, entre ellas con un par de sandalias rojas sin estrenar. Probablemente nunca las haya usado por el taco y tal vez las compró pensando en mí o en ella a mi edad, llevandome en brazos. Imagino el sonido de sus taquitos, yo en sus brazos a punto de sacarnos una foto en la plaza.

Mamá vivía en Nueva York y casi era invierno cuando mi prima arrastró las últimas bolsas para donar. Me quedé sola, desde la ventana se veía en Central Park, tan lindo en otoño.
 
Unos días después volvía a casa, a Buenos Aires, antes de que empezara el verano. Me puse sus zapatos y llevé a mi sobrina a la plaza, a la misma que iba yo de chica. Mientras la hamacaba me vi desde lejos y pude vernos a mamá y a mí en esa foto hace tanto tiempo.
 

2 comentarios:

Tulip dijo...

Me conmoví.

Muppets de Balcón dijo...

Hola Tulip, tanto tiempo! Beso enorme