lunes, 17 de septiembre de 2007

Anoche hubo fiesta... (I)

Por La Mujer Imperfecta


Al principio es una excepción: alguien decide, quizá demasiado temprano, contraer matrimonio. Luego hay una época, digamos entre los 25 y los 35 años, en la que las fiestas de casamiento son algo así como el baile de primavera del club de barrio:simplemente ocurren y hay que estar listo para ellas. Las primeras experiencias son más proclives a los errores: zapatos demasiado apretados, vestidos demasiado escotados... Resulta fácil distinguir al novato: es el que se come todo en la recepción, ignorante de las ventajas de administrar el apetito y el alcohol para llegar más o menos entero, más o menos sobrio, a la mesa dulce.


***


La persistencia genera aprendizaje. Con el tiempo, sabemos qué llevar y cómo, cuándo llegar, dónde sentarnos y con quién. Es el karma de los casamientos: cada fiesta es una sucesiva reencarnación de la cual, con aciertos y errores, resurgimos más sabios y con menos resaca. Y también están los que, a fuerza de insistir y de asistir, alcanzan niveles impensados de maestría: pequeños shaolines conocedores de verdades tales como que ninguna novia o novio recuerda quién lo saludó en el atrio, que la mesa del salmón ahumado suele ser la más escondida, que el prometido mate de las seis de la mañana es un engaño y que el “final de fiesta” es el opio de los pueblos.


***


Hay, para qué negarlo, una clara desigualdad de género en las fiestas de casamiento. De ellos se espera que se pongan el traje de siempre; usen zapatos bajos; descontrolen ma non troppo; levanten al novio, a la novia, a los padres de los respectivos; dejen a salvo los ventanales y, de ser posible, vayan a vomitar al jardín. De ellas, en cambio, se espera que no repitan vestido ni entre sí ni con respecto a fiestas anteriores; que lloren en la iglesia, en el templo o en los CGP; que se emocionen en los videos; que hagan ronditas; que vayan a retocarse al baño; que pasen horas buscando las chalinas que perdieron bajo las mesas; ni hablar de pateticidades tales como el show de las ligas o la tristísima disputa por el ramo. Por si esto fuera poco, otro peligro las acecha entre los matorrales de la selva nupcial: las fiestas de casamiento constituyen un hábitat ideal para la actividad predadora de los cuises.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ni hablar de tener que producirse como para ir a la Red Carpet un domingo a las 9 de la mañana, si el casamiento es de día... Los casamientos son una arena de la lucha por la supervivencia (alimenticia, estética, anque física) pero si algo tiene eso de bueno es que proveen mucho material para aquellos muppets de balcón como nosotros, je.
Cariños,
La Colorada

Muppets de Balcón dijo...

Yo no suscribo a abolir la institución matrimonial, pero sí a que iniciemos una causa ProCaZ
(Pro Casamientos CopadoZ) así no nos embolamos tanto.
No se pierdan la parte II

Santiago Maisonnave dijo...

Si puedo retomar aquí la lista de odios que se ha venido confeccionando, quisiera agregar el mío hacia los videos de casamiento. Montaje de fotografías de toda una vida (comenzando casi en las primeras ecografías de cada miembro de la pareja), primero solos, después de cada uno con sus amigos, después de los dos juntos... hasta llegar al momento en el que se asoman tras los árboles y bancos de algún parque, vestidos ya de gente que se está casando. La música, lo peor es la música y su búsqueda frenética del llanto mocoso.
Los casamientos copadoz, procaces, deberían tener prohibidas las exhibiciones de este tipo de videos.
Saludos.

Alicia R. dijo...

Uno siempre es demasiado joven como para casarse... :-)

Muppets de Balcón dijo...

Trescaídas y Alicia,
Amén.

Lady Kelvin dijo...

Ya lo he comentado en algún otro blog.....yo la prueba de la vestimenta la he superado con creces.
Mismo vestido negro "sentador", muy coqueto, con sandalias al tono, para todos los eventos nupciales.
Hay que probar esto de sentirse un descontracturado muchacho a la hora de preparar el equipo para el casorio!.
Mi ecuación es la siguiente:
vestido lindo + me queda bien + muestra lo necesario + me ahorro el transtorno de pensar -igual en todas las fotos de todos los casamientos = esta bieeeeeennnnn!!!!
El día que lográs que todo te chupe un huevo y no entrás en el jueguito de dejar más satisfechas a ellas que a ellos (los hombres jamas se dán cuenta de la reiteración) le empezás a descubrir el lado cool a una celebración tan lineal como esta.

Anónimo dijo...

A mi no me molestan tanto los videos y las músicas (sumados a buena comida pueden hacer del evento algo divertido y noble)como el tema de la producción. Lady Kelvin es una gran afortunada, descubrió la piedra filosofal, el santo grial y los misterios del universo. A mí la producción que lleva horas, días! Que el pelo, que la manicura, que no repetir vestido, que los zapatos que sean hermosos pero cómodos porque si no muero en el intento... Vamos todos con la causa ProCaZ: casorios en mallita en la pileta y/o en cómodo jean, y de noche, como debe ser una fiesta que se precie de tal.
Cariños,
La colorada

Muppets de Balcón dijo...

Lady Kelvin acertó también en una cosa: para quién nos vestimos.

La de los casamientos en malla es una idea genial. Esperamos que no la robe ningún genio maligno.

Pronto un post sobre la biopolítica de los videos de casamiento y la cercanía o lejanía de las mesas. Pero antes, seguramente tendremos más andanzas del cuis.