viernes, 14 de marzo de 2008

Por Muppet M

Ayer en el oculista, mientras el tipo me probaba lentes redondos de diversos aumentos (¿por qué esta gente no tienen espejos? Me imaginaba siniestra como Ben en LOST), no pude evitar sentir una curiosidad hipnótica hacia su caja de boticario, esa que tiene incontables lentes redondos a lo John Lennon, promesas psicodélicas de aumentos engrosados sobre ojos que apenas tienen alguna desviación.

Con la misma intensidad con la que el tipo hizo fondo blanco de nesquik y más tarde agujereó el papel de la receta de anteojos con un biromazo, su dedo índice en mi coronilla me desvió de la caja de lentes hacia las letras redondas proyectadas en la pared, como una moneda apoyada sobre el canto que empieza a girar con un golpe de dedo.



Insistente, yo no podía dejar de curvar la mirada hacia la caja. No sé qué fue lo que me dio tanta curiosidad. De pronto tuve ganas de ver cómo sería el mundo si lo viera distinto.
"Mire al frente," ordenó mientras me retorcía, mi cabeza una pelota de básquet bajo su índice dictador.

Después me sentó en uno de esos banquitos de taburete redondo, con una mano me tiró la cabeza para atrás y con la otra tiró al blanco del ojo unas gotitas que luego me enteré que eran anestésicas. La mano inmovilizadora me ignoró por completo y de los dedos-tenaza surgieron reminisencias de la naranja mecánica en mi ojo derecho.
"I´m singing in the rain..." empecé a taraear. Pidió que guardara silencio y con una maniobra de pulpo logró que una luz blanca fuera lo último que viera mientras hacía globología con mis pestañas.

Una vez en la calle, las veredas dejaron de ser planas, los ficus se convirtieron en plantas carnívoras como en La Tendita del Horror y esta especie de Dr. Menguele había ampliado mi campo visual hasta hacerme ver todo doble; los flashbacks metadejavús se convirtieron en terribles flash forwards improbables y reales a la vez.
Los planos del vórtice se me confundieron por un instante, tal vez me dejaron bizca.
Por suerte no vi ninguna luz blanca; sólo seguí caminando.
Pero creo que algunas cosas las empecé a ver distintas.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Uy, ¡que horrible ese oculista!
Después de esta experincia los metadejavus, un poroto.
laura d

Anónimo dijo...

Esos ojazos no merecen ese tratamiento. Pasá la dirección del oculista que lo vamos a buscar.

Muppets de Balcón dijo...

Querida laura:
Como diría Nelson (QEPD), "eres muy malo, señor oculista, muy malo."

Querido anónimo:
Gracias por el ofrecimiento. Lo tendré en cuenta.