domingo, 29 de marzo de 2009



Por Muppet M

El otro día me crucé con este aviso en Facebook que dice así: "Pedíte una pizza sin tener que levantarte nunca del Facebook. Recibí alimento sin perderte ni el más mínimo update (de Facebook)."

Se me vino la idea de un universo marsupial de tentáculos que teclean sin descanso mientras el meñique enrosca un pedazo de muzzarella y con la boca llena de salsa y cantimpalo teclean y piden más pizza sin levantarse jamás de la silla, sin tener que levantar el teléfono ni hablar nunca más con nadie, menos aún con un anónimo rebalsante de acné que levanta el pedido cuatro quesos, napolitana con ajo anchoas y fugazzetta.

Y, quién sabe, si además de dejar de escribir, dejamos de hablar, en una de esas todo se reemplaza por ideogramas, gestos y olores a pizza o por un idioma universal de ruido de botoncitos:

tictic-tic---titititititititiitiiiiiicccc.

Y cuando alguien tartamudee dirá:

t-t-t-t-t-ic

Un idioma universal al fin, hecho de cutículas que se cortan con alicate tictic-tic.

En algún momento hasta los botones resultarán innecesarios. Tal vez se olvide la capacidad de escribir y hablar. Tal vez hasta se pierda la comprensión de lo que otros dicen y no se pueda articular más que gruñidos, gemidos, alaridos.

O tal vez todo se reemplace por una comunicación telepática y con sólo imaginar una pizza calabresa, ésta aparecerá solita en la puerta de calle. El problema es que, cuando el único medio de comunicación sea la telepatía, no va a poder correr más eso de justo estaba pensando en vos y ya no más la pseudomagia de que justo la persona en la que pensabas aparece en un chat o llamado o mensajito de texto.
Se inventaría una cosa similar al Facebook, pero telepático, donde todos sabrán, por ejemplo, quién piensa mucho en quién; llegarán updates todo el tiempo "flaflita098 está pensando en vos", dirá la aplicación. Ufa, otra vez y a la pobre flaflita098 le ponrán un block sender y tendrá que tomar medicación para evitar los pensamientos compulsivos porque ya nadie la soporta.

***

Si ahora se diera la situación de que perdí la capacidad de levantar el teléfono para pedir una pizza porque no me quiero perder ningún update de Facebook y ahora sólo me comunico en idioma delfín, el mundo sabría, por ejemplo, que adentro de mi cabeza no estoy pensando en cómo hacer para pedir una pizza sin moverme, sino que quedará en evidencia la ensalada de fideos que tengo en el cerebro.



2 comentarios:

Mr_Wrong dijo...

Querida TM: si esta onda del bleaching cerebral llegara a prender, ojala que alguna neurona Wall-Enesca que nos quede intacta nos salve de irnos a pique, cyber-muzza en mano.

Bss

Muppets de Balcón dijo...

Querido Mr_W:

Celebro la cyber muzza y pizza conmigo.

Besotes!